LA PELOTA ESTÁ EN VUESTRO TEJADO

Los días pasan, veo cuántas personas leen el blog de la Asociación Promotora de Agrupaciones Electorales, consulto si hay comentarios, si alguien más se ha animado a responder a la encuesta...

Veo cuántas personas leen la entrada publicada al efecto, aquí y en Spainrevolution.

He lanzado la idea en Alternativas Desde Abajo, intentaré hacer lo mismo en la Unión Vecinal Anticapitalista de Móstoles, seguiré escribiendo y difundiendo... está claro, lo que no sé es por cuánto tiempo.

¿Cuánto tiempo puedo resistir insistiendo en una idea si no recibo respuestas, colaboraciones, ayuda? En mi caso ese tiempo sin duda se haya por encima de la media debido a lo testaruda que soy, pero tendrá un límite igualmente. Seguramente el fijado en los Estatutos será más que suficiente para que algo externo me obligue a apartarme de una idea.

Sé que no ha hecho más que empezar, que es pronto pero por supuesto soy impaciente aunque tenga mucha paciencia, además el tiempo pasa y resta margen de maniobra.

Tan sólo me pregunto si espero demasiado, si realmente parte de esta sociedad está a la altura de las circunstancias, si me alegraré por haber dedicado tiempo a aquello en lo que creía pero que depende de la respuesta del resto o si por el contrario acabaré decepcionada ante la falta de respuesta.

No me lanzo a una piscina sin agua, no soy tan estúpida (tanto no, algo sí). He dedicado tiempo a leer, a buscar salidas, a participar en iniciativas, a pensar, a preguntar, a consultar, a escuchar, etc. La Asociación Promotora de Agrupaciones Electorales es la respuesta que he hallado a mi búsqueda teniendo en cuenta la realidad existente, los ámbitos de lucha atendidos y los desatendidos, las formas de expresión, los reclamos, confiando en la madurez política de una pequeña pero suficiente parte de la población.

La Asociación Promotora de Agrupaciones Electorales es hoy por hoy la expresión de mi andadura a través del Derecho, de la Cooperación, de la Política, no soy experta en nada pero busco por donde haga falta la respuesta a mis inquietudes y para mí no resulta fácil admitir que podré continuar o no por un camino dependiendo de la respuesta o no de l@s que estáis al otro lado de estas líneas. Confiar en la gente no está exento de peligros pero se acabó el tiempo de l@s cobardes.

Más de una vez he hallado en mi vida alguna forma de tomar las riendas en algún asunto en concreto, alguna forma de dar respuesta a lo reclamado, la manera de hacerse cargo de una tarea y hacer que no dependa de la suerte, de protestas o pataletas pero más de una vez también me han decepcionado al comprobar que la gente pide mucho pero no está dispuesta a dar tanto. Confío en que ésta no sea una de esas veces, confío en ello por un hecho en concreto y es el recuerdo de lo que para mí supuso el estallido del 15M: gente que estaba tan dispuesta como yo a no cesar en el empeño, con unas reivindicaciones y denuncias que iban más allá de su puesto de trabajo, con una conciencia social que estaba dispuesta a seguir buscando la mejor forma para avanzar hacia un mundo más justo socialmente, gente que no dejaba estas cuestiones relegadas a los comentarios en el bar de la esquina, gente que no quiere seguir participando en la carrera hacia el abismo, gente que prefiere pararse a pensar antes de seguir viviendo sin escrúpulos a costa de quien sea. En fin, la verdad es que confío en esa gente porque hoy por hoy no me queda otra salida para seguir manteniendo viva la esperanza