A la tercera va la vencida (2ª parte)

Sé que estáis ahí pero no os oigo.

Ell@s (el enemigo) también saben que estamos aquí pero tampoco nos oyen.

Ni ell@s ni yo estamos sord@s, ni siquiera nos ignoran (yo tampoco os ignoro) es simplemente que ¡ESTAMOS MUY CALLADIT@S!!!!!

¡Venga! ¡por favor! ¿No tenemos nada que decir? ¿No podemos hablar en voz alta en un lugar de encuentro? Escribe lo que sea, da tu opinión, hazte notar, cuento contigo, ¿lo olvidaste?

Como puse desde el inicio en mi perfil: este blog no tiene sentido sin ti.

Quiero saber que estás ahí: indignad@ con el mundo; quiero saber que estás en mi bando para que sea nuestro bando; dime que no merece la pena intentarlo; dime que no sabes gritar; dime que quieres gritar pero te falta la voz; dime lo que quieras, pero dime algo porque si lees esto es porque quieres luchar y si lo escribo es porque no quiero volver la vista atrás y ver que te pierdo en el camino. Si tú no avanzas yo tampoco llegaré muy lejos. Y si te decides tarde iremos cayendo uno a uno.

(Si tienes algún problema para escribir el comentario, siempre puedes escribirlo a yoquieroyactuo@gmail.com para que yo lo transcriba).

En la anterior entrada, en la primera parte, planteé esto como una guerra y así seguiré.

He de decir que nunca me ha hecho mucha gracia nada que tenga que ver con guerras, batallas, militares ni demás. Por supuesto, la guerra que planteo no hace referencia a nada que tenga que ver con la violencia pero sí que, probablemente, use términos o conceptos bélicos (que distarán mucho de acercarse a la definición correcta de ninguna ciencia, pues simplemente se basarán en la lógica y el sentido común).

Una vez que se identifica al enemigo y se van reclutando fuerzas en el bando... supongo que cabe plantearse el momento del ataque. Por ello, por si alguien no ve la urgencia de hacerle frente a esta situación de un modo inmediato, quisiera hacer una serie de reflexiones y preguntas:

¿Cuándo va a ser entonces el momento “ideal” para cambiar el devenir del mundo? ¿nunca?

¿Tenemos que esperar a “caer” más bajo? ¿crees que es mejor intentar pasarse al otro bando?

¿Es casualidad la oleada de “revueltas” que hay en el mundo? ¿no crees que podría formar parte de una “revolución”? ¿son los demás pueblos capaces de moverse y nosotr@s no?

Mis respuestas se pueden intuir fácilmente si digo que es el momento de actuar, de moverse, ¡de luchar! ¿y tus respuestas, cuáles son?

A propósito de las noticias que nos llegan de los levantamientos que se suceden en diversos países, quería aquí simplemente recopilar algunos enlaces y así poder tener una visión más global:

Además de Túnez, Egipto, Libia, Argelia, Yemen...

Islandia

Wisconsin

Rumanía

Portugal

Londres

Croacia

Siria

Bahrein


A mí desde luego se me escapan las causas “inmediatas” de cada “revuelta” de cada “levantamiento”... (como lo queramos llamar) pero sin embargo, no me parecería fuera de lugar apuntar a que todas tienen el mismo origen, todas son producto del descontento de la población, poblaciones distintas, circunstancias distintas... pero todas bajo el mismo sistema. Desde mi punto de vista, podríamos situar a algunos de estos países en el lado opresor del sistema y otros sin embargo en el lado oprimido, en líneas generales, pero es “curioso” cómo en todos existe un descontento generalizado.¿Será porque el lado opresor cada vez se reduce más y a la vez se hace más fuerte?

El sistema, el capitalismo exacerbado que sufrimos, la rueda que estamos haciendo girar, tiene como resultado una desigualdad creciente, aumentan las diferencias de renta entre los extremos de la población (los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres). La clase media y la democracia son obstáculos, peligros, que nuestro enemigo tiene muy presentes, pero de los que, sin embargo, nosotr@s parece que no somos conscientes. No somos conscientes de nuestro potencial, de nuestra fuerza. Nos falta confianza en nosotr@s mism@s. Y si no confiamos en la fuerza de nuestro bando ¿en qué o quién vamos a confiar?

Bien, como decía, probablemente el sistema, el neoliberalismo depredador, entendido éste como la herramienta usada por nuestro enemigo, sea la causa última de ese descontento generalizado (acompañado de otros útiles anejos como la corrupción). Es posible que no se busque su cambio como objetivo inmediato, probablemente no sea una reivindicación explícita, pero sí que las luchas vienen motivadas por sus reflejos, por sus expresiones y por sus daños más palpables.

Igual te parece que es demasiado generalizar, pero cojamos dos de los casos citados, por ejemplo, Egipto e Islandia:

Es cierto que los niveles de renta no son los mismos pero... si en uno el hartazgo es por los niveles de pobreza, en el otro es por los recortes sociales, el retroceso del llamado Estado del bienestar. Ambos producto de esa desigualdad generada por el sistema. ¿O no?

Por otro lado, en Egipto luchan contra una dictadura, en Islandia contra una falsa democracia. En ambos casos el poder no es ejercido de forma real por el pueblo y esto se debe a que, a pesar de las formas, a pesar de las apariencias, el poder real no está garantizado con la forma política adoptada o impuesta, sino que el poder real, el poder efectivo, reside en quienes ostentan el poder económico. De nuevo, lo que difiere no es el fondo en los dos países, aunque por supuesto las diferencias en los niveles de derechos y libertades son notables.

No sé si compartís o no este punto de vista, igual lo creéis demasiado... ¿simplista? Tal vez. Por supuesto no niego las innumerables diferencias, no quiero meter todo dentro de un mismo saco, sólo quiero intentar ir un poco más allá. Tener una visión global, no centrarme en las causas inmediatas e ir en busca de las causas de esas causas (valga la redundancia), de tal manera que podríamos ver que son ramas de un mismo tronco, y vuelvo a usar aquí el concepto del “tronco común” que ya usé en una entrada anterior.

Siguiendo esta lógica, y, teniendo en mente los casos tomados como ejemplos, hay una cuestión que es necesaria abordar para seguir avanzando en busca ya de estrategias para la lucha..., pero esto ya lo dejo para el siguiente post. No por impaciencia vamos a dejar de andar con paso firme. ¿No os parece?

Recordad por favor cómo empecé este post, insisto: ¡escribid! Y aquí aprovecho para poneros una cancioncita que lleva días rondando en mi cabeza.

Espero no haber dejado preguntas sin contestar, aunque sea tácitamente, pero desde luego podéis no compartir mi postura o punto de vista (aunque me gustaría que exceptuando matices sí lo hicierais). De todas formas prefiero discutir para acercar posiciones a ir a ciegas sin saber muy bien si existe un bando con el que contar.

Gracias y un saludo.

Ah! Y espero continuar el post en breve ¡no lo olvides!