Pues hoy toca escribir nueva entrada. Me resulta obligado aunque no sé muy bien si guardará bien el hilo con las anteriores entradas sobre este tema o de repente dará un gran salto o hará que vayan cobrando sentido las anteriores entradas o al contrario... sólo sirva para añadir demasiados condimentos a la mezcla y no salga nada en claro. Quién sabe pero aquí va.
Tengo la sensación de que hay una "ventana de oportunidad" en estos momentos y sin embargo a la vez tengo la impresión de que se va a cerrar y la vamos a dejar pasar. Bueno. Qué se le va a hacer. En todo caso será un pasito más. También puede que me equivoqué (estaría genial). No me va a resultar fácil poner por escrito todo lo que me gustaría que tuviera un cauce para que en vez de tener como soporte el papel y la imaginación tuviera de soporte la práctica y la realidad. En todo caso seguramente sea más fácil ponerlo sobre papel, aunque ya hace tiempo que vengo pensando que menos teorizar y más poner en práctica las cosas pero... de nuevo hay que aceptar que no todo depende de una. Al hilo de esto... un paréntesis que me viene a la cabeza ahora es una cita que leí hace poco: "Si quieres ir rápido ve sol@; si quieres llegar lejos ve acompañad@" (Proverbio africano). Sirva este paréntesis para manifestar mi inquietud al quererlo todo, jeje, lejos y rápido. Por supuesto, no podía ser de otra manera.
En fin... sigo... antes de centrarme... otro paréntesis... aplaudo la iniciativa de Global Quorum, de la que sé poco pero con la que creo que esto tiene mucho que ver. Sólo por citarla. Cierro paréntesis.
Sigo... disculpad... La ventana de oportunidad se abre con el movimiento feminista, con lo que puede suponer, así que me colé a curiosear en un grupo feminista y como me gustó por todo el potencial que tenía (y tiene) pues le di vueltas y como las circunstancias acompañaban le di más vueltas y como no me gusta proyectar ni anticiparme a las cosas (no, poco!) pues le di más vueltas. En fin, tampoco tantas, pero es como si hubieran encontrado su encaje muchas ideas y como si vieran una oportunidad de ponerse en práctica en la realidad gracias a que las circunstancias externas (ésas que no controlo) diera la casualidad de que reúnen los mínimos necesarios como para merecer la pena dedicarle tiempo, esfuerzos y paciencia (de ésa que tengo que reponer en grandes cantidades).
Vale, con esto no quiero definir unas formas concretas de la idea de "Radicalistas", tan sólo quiero dejar por escrito lo que pudiera ser un ejemplo de arranque, de inicio que al menos puede servir para trasladar mejor la idea en su conjunto. Yo lo intento. Os pido algo de empatía para seguir leyendo y para ello bajo a tierra ya todo lo que pueda.
Poneos en situación, esas condiciones mínimas, circunstanciales, externas, etc. no todas pero por citar algunas:
- Grupo nutrido de mujeres con ganas, plurales.
- Diversas.
- Con una combinación entre acción y reflexión (por ahora).
- Sin una manipulación ideológica o partidaria.
- Con una gran sensibilidad y preocupación por los cuidados.
- Con jóvenes y mayores.
- Con diferentes experiencias, formaciones, procedencias.
- En principio sin problemas de egos ni intereses ocultos (aún).
- En los inicios de su configuración, en búsqueda.
De verdad creo que estos factores juntos no resulta fácil encontrarlos, así que sería una suerte aprovecharlos pero no pasa nada, no digo que sean condiciones imprescindibles, simplemente es para meteros en situación y se entienda mejor el ejemplo.
Bueno, pues en esa búsqueda en este grupo se hacen una serie de reflexiones, sobre la identidad, sobre los objetivos, sobre la confianza necesaria, las posibles acciones, talleres, debates... y voy con la de la empatía... es el momento idóneo para plantear propuestas y por supuesto merece la pena pensar en ello (de ahí lo de darle vueltas). Pues ahora escribo tras sentir que no se daban todos los factores necesarios como para poder plantear una propuesta y mucho menos que viera la luz (pero no os lo creáis del todo, que si escribo es porque no tiro la toalla).
Se aprende mucho en estos grupos y sobre todo abren un abanico de posibilidades para aprender que está muy bien, pero que se me queda corto sino sirve para algo práctico. El caso, que intento lanzar aquí líneas que quizás puedan trazar en vuestra imaginación algo parecido a lo que a duras penas quisiera haber podido dar forma de forma conjunta y dialogada.
En el fondo, en parte me siento un poco "traicionera" porque yo no quiero aportar en un grupo feminista, lo que quisiera es que fuera el precursor de dar un paso más ambicioso, con una visión más global y capaz de crear sinergias. Yo lo que quiero es un grupo de radicalistas, no lo puedo negar. Porque lo quiero todo y lo quiero ya, porque es verdad que quien mucho abarca poco aprieta pero también es verdad que a base de parches no se sanean las tuberías. Porque ya hay mucha gente experta en muchas cosas y porque haciendo lo mismo no es probable que se obtengan distintos resultados.
Me vuelvo a centrar y voy ya directa a intentar trazar esas líneas que consigan perfilar un esbozo de la visión o idea que me hubiera gustado probar en la práctica:
Imaginaos un árbol, con su tronco, sus raíces y sus ramas. Múltiples ramas, unas muy distantes de las otras, algunas con muchas ramitas y otras sin ninguna. Algunas ramas bien gruesas y otras bien finas. Al final todas ellas tienen un punto de unión, un mismo origen, un tronco que profundiza en sus raíces.
Imaginaos otro árbol, podríamos repetir lo mismo en cuanto a las ramas y raíces, sólo que otras ramas y otras raíces.
¿Qué raíces? Principios, valores, formas, la búsqueda de darle la vuelta a todo aquello que no nos gusta teniendo en mente unas líneas directrices, unos puntos en común que nutren a todo el tronco, a todas las ramas. Principios que pueden ser más o menos explícitos, cambiantes.. sin duda generales pero firmes, tan firmes como para ser el origen inspirador y el sustento o juez de todo lo que se desarrolle en ese árbol. Por poner un ejemplo podría ser la búsqueda de justicia social o podría ser cambiar la lógica de la competición por la lógica o el paradigma de la cooperación o ambos (por ejemplo).
¿Me seguís? Con que me sigáis más o menos... genial ya.
Tenemos las raíces. Me quedo con justicia social para seguir con el ejemplo.
Para la búsqueda de justicia social tenemos multitud de posibilidades, de acciones, de facetas, de ámbitos, de modelos, de propuestas, de vías... todas ellas pueden tener un acuerdo en su forma de relacionarse y sobre todo ser conscientes de que solas no son suficientes, que se necesitan, que juntas son más fuertes (forman el tronco) y que por mucho que las separe pueden avanzar en el tronco en base a lo que les une.
Tenemos el tronco, más o menos. Es la parte más complicadilla quizás.
Y en realidad también tenemos las ramas, que son esas posibilidades de ponerse manos a la obra en una parcela concreta, es decir, para conseguir una mayor justicia social hay quien pueda poner el foco en una gran rama, que pueda ser el feminismo y dentro de ella le pone interés en centrarse en la pedagogía y el cambio de mentalidad o cambio cultural necesario que desde esta perspectiva se pueda aportar. Hay también quien pueda aportar en pro de una mayor justicia social desde la cooperación con ayuda directa o quien se centre en luchar por poner tasas financieras, o quien luche por conseguir ayudas para la energía solar. Con mayor, menor entidad, mayor o menor grosor, eficacia, altura, frondosidad... al final todas esas vías son ramas.
¿Cuál es la "ventana de oportunidad"? Empezar a tomar conciencia de la necesidad de ampliar la mirada lo suficiente como para alcanzar la raíz, fijarnos en lo que nos une sin necesidad de unificar, homogeneizar nada, reconociendo las diferentes identidades pero empezando a configurar la identidad que pueda englobarlas, acogerlas... ser marco de algo mayor.
Yo no quiero ser hoja ni rama. Simplemente porque ya contamos con muchas hojas y muchas ramas, es verdad que puede construirse o pintarse una muy especial, muy cuidada, muy atrayente, muy llamativa, distinta... pero creo que la necesidad no está ahí. La necesidad es darles el cuerpo para que estén en lo alto y puedan sustentarse, ser zarandeadas por el viento y siendo germen de más ramificaciones. Para eso hace falta el tronco y tener las raíces presentes.
¿Hablo de un órgano superior? ¿Un órgano director? ¿Una entidad que coordine o intente sentirse superior al resto? No.
Hablo de crear las condiciones para que puedan darse ramas, grupos específicos que se desarrollen, que picoteen o profundicen en los temas que quieran pero a su vez que puedan tener una visión más holística, más global, de conjunto, con una perspectiva más amplia, ambiciosa (ambiciosa en cuanto a su alcance, a su eficacia).
¿De qué condiciones hablo? De buscar el modo de hacer compatibles las luchas en pro de una lucha común, de buscar sinergias, de prestar especial atención a las formas, de no caer en voluntarismos sin que estén acompañados de saberes, de no caer en la teoría sin la práctica, de reconocer la realidad existente para transformarla sin que la salida sea crear una paralela (o sí). Hablo de trasladar un imaginario común, de extender esa visión ambiciosa, de apostar firmemente por otro mundo. Hablo de no desechar la desobediencia civil pero tampoco la entrada en las instituciones, hablo de no poner las identidades de las ramas por encima de la de las raíces. Hablo de ser conscientes de que para hacerlo hay que dar respuesta a unas necesidades prioritarias. Hablo de tener presente la experiencia y aprender de ella. Hablo de no necesitar identificarse al 100% para poder caminar al menos un tramo junt@s. Hablo de no necesitar tener confianza en todas las personas que puedan unirse por no ser posible conocerlas a todas pero sí poder querer que todas se unan por tener confianza en una forma de funcionar. Hablo de imaginar un árbol, con sus raíces profundas, con sus múltiples ramas, de todos los tamaños, hablo de que una rama pueda también dibujarse como el tronco de otras muchas. Hablo de que si se encuentra un objetivo común y se coordinan bien los esfuerzos los resultados serán más potentes, se podrá actuar, aunque sea puntualmente, como un equipo, no como la suma de grupúsculos.
Hoy no quiero ser feminista para ser una experta en los temas que más nos atañen a las mujeres, yo sigo queriendo ser radicalista, porque me importan las mujeres pero también los países en desarrollo, la ecología, la economía y distribución de las rentas, quiero una Palestina libre y apoyaría mil causas más que ni conozco ni voy a conocer tan a fondo como quisiera ni voy a dedicarles tanto tiempo como requieren pero quisiera tener un lugar donde saber que al decir que soy radicalista se supiera que apoyo esas líneas de acción, esa filosofía, esas luchas o al menos las líneas directrices o aparentes de las mismas. No quiero un órgano superior que se adhiera a causas, quiero que puedan plantearse por una buena comunicación y puedan en momentos determinados ser el centro de unos esfuerzos focalizados, sabiendo que unas veces se lograrán medidas en pro de un mundo más sostenible y otras lograrán unas formas de democracia más fieles a las demandas actuales. No me aferro a ninguna rama como la más importante porque aunque pueda tener alguna en esa consideración, su capacidad será siempre más limitada si se toma aisladamente a si se toma dentro de una visión más amplia y humilde.
¿Y esto... "cómo se come"? ¿Un ejemplo práctico? Pues podemos pensar en debates en los que nos instruyamos de qué corrientes feministas hay para ver con cuál nos identificamos más y por qué o podemos pensar en un debate sobre qué medidas económicas tomar y qué repercusión tendría si se tomasen desde una corriente feminista determinada. Por ejemplo. Podemos pensar también en el éxito que está teniendo el movimiento feminista y sus causas, por si son las formas "amables" y no violentas precisamente las que les da su diferenciación y conquista el que sea visto con buenos ojos por gente de todas las ideologías y desde esa óptica también podemos plantearnos si se pueden meter a personas activas en los movimientos sociales con fines prácticos dentro de las instituciones. Sin pensar que las instituciones lo son todo y sabiendo las limitaciones de las mismas pero sin pensar tampoco que no pueden ser una herramienta con la que trabajar.
En definitiva... apertura, amplitud... aún sabiendo que hay determinadas palabras que producen rechazo en unos ámbitos y otras en otros.
Aquí lo dejo. Esté como esté.
(Continuará)